TODO A CIEN
¡ Y TODO A CIEN !
Hijo mío:
Ya no esperes carbón el día de reyes
ni le escribas cartitas
a ese viejo rechoncho y perdedizo
que nunca nos visita.
Dicen que padece de alzheimer
y de la casa blanca le han cerrado el grifo
para el trineo de los juguetes:
¡No va a caer desde la chimenea que no tienes!.
Y los magos de oriente
están muy ocupados declarándose amos de la guerra
del petróleo y parcelas donde sembrar su cruz.
Y ya no llueven gominolas de sus túnicas negras,
sólo chapapote y muerte,
destilan en el nombre de la paz.
Ahora están de moda los reyesuelos chinos:
con lápices, gatitos de la suerte,
camisetas con el logo de alguna o-ene-gé,
condones, aspirinas caducadas,
agüita de congona
¡y todo a cien!.
Desde un tiempito, los mandamases
de los siempre jamases
buscan armas de destrucción masiva
más-iva,
para erradicar del mundo
el cáncer de la envidia y la vanidad
(¿he dicho navidad?)
Fúmate el porro de la verdad,
llévate mi pañuelo a la casa de empeño
que nada te darán,
pues yo tampoco tengo cupones,
visa y carbones para el invierno
que vienen lluvias y bajas temperaturas,
gripe porcina, fiebre aviar, la lotería,
turrones, castañadas, polvorones
¡ y todo a cien! ¡a cien!
5.11.10