mester de hechicería
RITO
para conocer el rito del amor "
Luisa Futoranski.
En compás primigenio
tu guitarra me lleva
al cielo de tu cielo,
al exilio,
a tu beso,
a tus ojos marrones ,
a tu audaz cabellera
al desenfreno
de dos noches robadas al amor.
Voy cerrando los ojos
para no redimirte
la sonámbula noche
teje un rito: tu y yo
dos fetiches al viento,
una piel para amar,
vendavales en trueno,
aves en orfandad.
Hay astillas dolientes en tu arista,
dulzor
que derriba promesas,
que mi canto retiene
y me induce al amor.
Tu guitarra me engasta cuerdas para temblar
bajo las liviandades
de tu pecho
al arder
la coplera maldita
estas ansias de amar.
Guitarrero que amo:
ven,
desciende a la mar,
te proclaman mis labios su estación pertinaz.
Tengo un sueño en la mano,
una antorcha,
un ritual
y un compás palpitando
vientos de soledad
VUELVE
Vuelve lunar canción
envuelto en piel de otoño,
quiero decirte mi azul balada
ecualizando el viento de la tarde
en palomas de arrullo
y diapasón
largo,
cual avenida de mi tierra
bajo tu planta audaz.
Vuelve,
paralizaron mis esquinas
semáforos tan rojos de dolor
al saberte tardío en la comarca
floreciente
de nimbos temblorosos
y distancias que hieren
esta forma felina de quererte
encendiendo mis luces a los polos
opuestos a tu andén.
Ven y vuelve
Hechicero,
hoy mi piel
es durazno maduro en tu garganta,
es tibio su sabor y dulce su escozor.
Ay amor,
que persigues en bandada
tus gaviotas errantes,
más allá
de este ruego de invierno sin color.
Vuelve,
dueño del tiempo de las mieses
aromando mi seno abrigador,
retoñándome aires de retama
en amarillas ansias de querer
levantarte los vuelos de mi falda
una y otra vez.
BESARLE
Quería besarle
morder
sus labios de pezones incendiarios,
tibios,
enhiestos,
lacerantes.
navegar por su cuerpo
mi barquita de antorchas.
Murmurarle palabras y canciones
junto a la honda cascada de su risa
y volverle a besar.
Irme muy lentamente
al rincón apartado de su voz
arder de amor bajo de su mirar
Reír en la vendimia
que prometen sus labios agridulces
profanados por la sed.
MESTER DE HECHICERIA
En la jungla,
sierpe, grito
sol y sombra
esmeralda tu mirar
¡hechicería!
maestro de las cumbres venideras
sabio amante,
riega el polen de la vida
en mi surco abierto
a la tempestad.
En la selva
apagándome en espigas,
retozando con las bestias de la luz
¡hechicería!
voy meciéndome al bambú de tu caricia
horas nuevas que
tejieron duendecillos
enhebrando luna y soplo
fuego y sed.
Quiero los ojos de un tigre
cielo abierto,
la melena de un león
al inventar
el amor en el embrujo nacarado
de tu cuerpo con mi cuerpo
al cabalgar
noches
días
heliotropos
incenciarios.
Quiero el viento de tu voz
para soñar
que nos vamos deslizando
en la entrega
de una noche hechicera
para amar.
CANCION
Emigrante de fuegos iniciados
en el andén de mi dolor
voz de calandria
piel de malagua
beso de caña dulce
dulce
como antorchas
en sábado festivo
encuentro febril
rito de amor.
La piel
viste multicolores desnudeces
al iniciar la sed
y la distancia
escarapela en ascuas la pasión.
Vamos de dos en dos
de viento en viento
emigrando a otro cielo
a otra estrella
más divina
más húmeda
fugaz
como tus ojos al crepuscular
la tarde
su canción de soledad.
NO TE VAYAS
Soy un nenúfar tibio
no te vayas.
Llevo mi celibato
de puntillas
a los altares de la deserción
guardo tanta llovizna
en esta canción
no te vayas.
Soy un pañuelo cardinal de viento
que nombra despedidas
en tiempos de balada
y ronda clandestina
no te vayas.
Ardencias tiene mi boca morena
y locura de besos mi garganta.
Soy un nenúfar tierno
acaso nube
sueño
no te vayas.
UNICORNIO
El enjambre de la luna aparece
gris la tarde
¡qué desnudo viaja el cielo!
Unicornios de ojos mansos
te persiguen en el celo
por juntarse
urgentemente
ardientemente
intensamente.
Exhalándote amante
más allá
de las luciérnagas primeras
¡qué felino sopla el viento!
macho voraz
lujurioso
lujuriante
poseído por la luz de mi vestido
hecho astillas de verdor bajo la yerba.
Tan audaz crece la noche
esta noche con su manto de ciruelas
redondeces que apetecen de tu boca
largo beso
lento beso
dulce beso.
Unicornios trepadores de la luna
te vigilan
por si me duermes desnuda
con tu piel entre mi piel acariciada
con tu boca en mi boca tan besada.
Qué desnudo marca en tiempo
en nosotros
la volátil sensación de hallarnos solos
¿quién inventa la canción de la partida?
¿quién desea tus caricias vida mía?
¡yo!
que extiendo cual bandada de palomas
en mis manos
flor y fruto
sueño y néctar
¡unicornios!
RECUERDO
Recuerdo amante
la playa azul sin nombre de mi abrazo
el croquis de tu piel en mis espasmos
burládonos la muerte
en cada esquina
empedrada en mordizcos
y hondonadas
para trastabillar en la distancia.
No fue tu cuerpo
húmedo espejismo
donde inventara notas al vacío
ni tu lenguaje absurdo
en el instante del amor.
No fueron
tus manos frías de lucero andino
las que abrieron carreras a la luna
en mi cintura,
ni tu boca
herida consumada
para mi desnudez
la que me hizo perder el tiempo de retamas
y los redobles de tu caminar.
Te recuerdo amante
en tu loca travesía
fundiéndote en mi vientre
hasta el abismo
bebiéndome el amor
hasta el delirio.
AMOR
Amor en espirales
no me rompas las venas
es líquido tu afan de elementarse,
no me llames amor.
Vengo de la distancia
doblegando
este indómito potro:
el corazón.
Arguyendo sueños innecesarios
equilibando antorchas
y tinieblas
al margen de la sed
y el cálido fulgor de tu mirar.
No aprisiones mis latidos vitales
a las intemporales despedidas.
Amor en espirales
conflagración de tambores
y hechizos
sólo para mi piel.
No propales al viento tu caricia
no me dejes
con los augurios de mi soledad.
MAS ALLA
Te busqué más allá del abandono
en los manglares de la lujuria
una y otra noche
envilecida
por tu amor que desgarra
y me envicia la piel.
Eramos la brisa atardecida
en el azul poniente de llorar
y te busqué.
Me adherí a tu costado
pernoctando
esta sed milenaria de la entrega
No te hallé en la vorágine del beso
laberíntico
tierno de vibrar.
Hay redobles de truenos en vigilia
de una noche de amor
que le robamos
a la fe de los viejos caminantes
al dolor de su paso.
Te busqué más allá del tiempo en cruces
del sentido indolente del reloj
devorada de besos
trocha y nube
¡te busqué más allá del desamor!
CANCION DE AMOR
Quería poseerte
caricia de marfil
sangre de invierno
queria hacer de ti
el amante que me abriera la noche
cuerpo a cuerpo
vibrando
las ansias de acoplar bajo la luna
nuestros instintos ciegos de pasión.
Quería encadenarte
a mi abrazo letal
manos de cera
entregarte al calor de las tinieblas
inmemoriales
un rito de amor.
Era el tiempo de las anunciaciones
y fuimos derritiéndonos de entrega
mi hoguera inextinguible
el hielo de tu piel.
Nos desgarramos
alma y cuerpo amante
y nada de lo que prometimos
o acaso lo soñamos
quedará para hacernos olvidar
Que ahora sólo somos
dos húmedos volcanes en ceniza
una canción de amor crepuscular.
ESTACION
Llevo la cruz
terciada a las espaldas
y la frente sangrante
de su voz
en la estación de todos los martirios
donde un tigre me roe las entrañas
ensayando cuerdas de diapasón
en su guitarra.
Nimbo de temporadas de holocausto
soplo de inspiración al poetar
todo el dolor en síntesis de llanto
toda mi espera en notas de temblar.
Llevo amargor
de besos en la frente
y la sandalia herida al caminar
que me quiere esta noche?
¡que regrese!
pues me acosa este tigre de llorar.
PASION
Proa cautiva de mi perdición
roja
voraz
bébeme con la sed
abierta a cara o cruz.
El adiós llegará sin anunciarse
carimbándonos vientos
y delirio
soplos de altitud
y éxtasis
en las extremidades de tu beso
que cae lentamente.
Aurora boreal
piel de potro desnudo
irritando de ardencias mi ansiedad
vuelve a sembrarme tu huella
luego del temporal
que ya la madrugada
en mi canción
despide sus estrellas
y vuelve la pasión
y el líquida lujuria el verde mar.
NOCTURNAL
Una noche de huaynos te busqué
en la axila doliente del ayer
y me invitaste una copa de amor
en un cuarto de hotel.
Rasgaste los botones de la luz
y me hallaste desnuda
palpitando
ansiedades retenidas
trémulas caricias.
Volví a envenenarme de tu nombre
llamándote
a la luz de la distancia
abierta en las acacias de mi sino
desposeída de toda virtud.
Pero el viento que sustituye al beso
el oído me canta desamor
y desgrana colores en mi piel
en la esquina sin nombre
de tu adiós.