extranjera

Extranjera

a pesar de Barcelona,

junto a ella,

contra ella,

desnudo las luces de cada noche,

estrello todo el peso de mi llanto

en sus vidrieras

y canto a sola voz mi quena.

asalto sus balcones malheridos,

ofendo con aullidos a la luna;

gritos de perro viejo,

rabioso de locura,

abismos y silencio.

soy esquirla de un fuego contra nadie,

la ciudad, posesiva, me devora

como bocata húmedo del hambre

que vivo desde ayer.

a pesar

de Colón con su dedo metálico en alto,

¡ alto ! alto...

y a pesar de mi andar de totora silvestre,

con el alma a punto de zarpar

a cualquier lado,

con mi zapato roto y desdentado

rehuyo los declives de la rambla suicida

frente al mar.

y mi dedo, en bajo

¡Bajo! ... bajo

señala cual veleta su distancia,

equidistando mares y palabras

contra la Barcelona,

desnuda del alma mía

a veces compañera,

ahora poesía, a pesar

del exilio y la risa

que me delata, mujer

y extranjera.

28.5.7.