canción para llorar a rienda suelta

TUVE UN NIÑO

Tuve un niño de ajonjolí en los brazos,

desgranando caricias,

llenándome los días

de lluvias y canciones.

Abrete sésamo, mi vida

duérmete fruto de mi amor.

Corría por las horas de mi pena

esparciendo dulzuras,

transitaba su tiempo

cerquita de mi tiempo

y todo el tiempo ayer,

no era suficiente

para tenerle en mí.

Ya creció demasiado

y se bebe la altura de su sombra

contra la nueva luz

que le entibia la carne

y las pupilas.

Ya no busca refugio en mis rincones,

ni escucha las canciones

que porfío en cantarle.

Habita lumbre propia,

persigue las fronteras,

destino de viajero, es un hombre

quien ayer fuera mi pequeña luna

de ajonjolí candela.

 

Tuve un niño con toda su sonrisa

y los viejos juguetes que ya olvida,

hoy es un hombre más y su destino;

ábrete sésamo, vuélvete mi niño,

caballito de mar, sé mi canción

de amor, una vez más.

 

 

 

CANCION PARA LLORAR A RIENDA SUELTA

Canción para llorar a rienda suelta,

desatando las cuerdas de esta nota

suspendida en silencio,

equilibrando el trueno

frente al eco.

Canción para morirme de mí misma,

y no resucitarme de porfía,

banda sonora para la tristeza,

valsecito de ayer,

dulce milonga

ahogada en su copla.

Canción para este día que te fuiste,

pajarillo de alas en estreno,

canción para la vida

sin su muerte,

ni mortaja, ni duelo.

Canción para decirte que te quiero

y llorarte la tarde venidera,

canción para morir, pero no muero

porque vives en mí, candil y sombra

con todo el universo

y todos los recuerdos que te nombran

en esta breve trocha de silencio.

Canción, para llorar a rienda suelta,

desabotonando, uno a uno, el fuego

que no me apaga el llanto

que me nació contigo,

hace ya tiempo.