c r i s t a l

c r i s t a l

 

 

 

 

Para qué escribe uno si no es para juntar sus pedazos “

eduardo galeano

 

 

 

 

 

VUELVO

 

vuelvo a mí misma, vuelvo

con todo lo que respira

en mi carne. .

Te sueño regalar un soplo

de la brisa del mar

por donde nace el sol cada mañana.

Y nada más que todo lo tardío

llorándome por dentro,

tierra que me tejiste

como un manto de besos.

Algarrobal del sueño

de mi sueño en la tarde,

vuelvo

a encontrarme contigo

y conmigo.

A fundirme en tu sangre

a beberme por ti toda la risa

que te debo.

Y desnuda de todo

lo que me cubre y llama,

como quien canta en medio

del silencio

aunque nadie le escuche;

sola, vuelvo

 

 

HAY SIRENAS

Hay sirenas

que no conocen el mar.

Y sueñan

escapar a las olas

y romper

y volar

noches eternas

lejos de la leyenda

de su sal..

Una playa distinta por distante

nos une con su rosa de los vientos,

hay un canto dormido en sus cristales

y nadie puede hacerle

caer a su destiempo.

Hay nada que perder en esta playa

y mucho por soñar.

Vete sirena,

yo te descubro el mar en tus pupilas,

naufrago

en tus aguas más tibias

y te nombro

arcángel de mi sueño,

todo lo que respira,

todo lo que te nombra,

todo.

 

 

 

CRISTAL

Efímero es el verso

que te canto viajero

escucha: No lo escuches,

es tan sólo un pedacito de viento,

nada más que mi voz de mujer triste,

abandona al filo de tus ojos.

Un cristal es eterno

cuando lo miras tanto,

hasta sangrar.

Mira: Cierra los ojos,

no lo veas

puede hacerte llorar, innecesario

rito de sacrificio

frente al mar

que nos cubre de sal en su distancia

de romper olas nuevas de tan viejas.

 

 

 

 

 

NAUFRAGIO

Para volver a ti no quedan pasos,

ni besos, ni rescoldo

de fuegos y balada

No tengo voz para pensarte,

olvídame en algún cajón del puerto

de tu dormitorio

y deja de acecharme en cada sueño

que te sueño.

Para intentar llegar, no quedan libros

en las estanterías del recuerdo,

ni huellas de tus manos

en los carteles del tiempo.

Lo siento, nada sé de aquel naufragio,

sólo me llevo el viento en la sandalia

de aquel verano roto en los portales

de tu casa,

el perfume

inútil de tu llanto

en el cristal.

 

 

LA NOCHE DE MI AMOR

La noche de mi amor

la que me vive,

entrega y me posee

como un soplo

de vida

de muerte.

A solas voy con él

a recoger presagios en la fuente

del día de mañana

con su antorcha de sol

y sus palabras

finas como la hierba.

Susurrando me llega,

filigrana de besos,

luna plena,

la noche de mi amor.

 

 

 

 

 

 

PUEDE SER

 

Puede ser un lugar

el cuerpo que contiene al alma

que amamos

y nos ama.

Puede ser un hogar

el alma que sostiene al cuerpo,

el deseo,

las palabras.

Todo lo que te nombra

te refleja, te ciñe,

te posee.

Y puede ser un mar

todo el llanto de sal y tempestades

que rompí frente al cielo

de tus ojos.

Puede ser un cristal,

un arista de verso

esta palabra

que se renueva

con su sombra y su lámpara

luciérnaga de besos.

Puede ser

sólo el amor uniendo nuestros puertos

en abrazos de arcilla

roja y dulce

cuando tu piel se agita en mi piel

y somos inmortales,

puede ser.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

DISTANCIA

 

Qué te pedí, lucero

¿Puedes negarme un cielo

fuera de tu cielo?

¿ Romper en campanadas cada grito

que presagia un te quiero?

Qué te pedí, lejano

caballito de mar en mis deseos,

si sólo te acaricia mi palabra

en esta tempestad

que nombramos distancia.

 

 

 

 

EQUIPAJE

 

Guardo mis espejos rotos

para mirarme el alma ensangrentada

cuando asomo

a través de la magia

de su sola ventana.

La muñeca de trapo y su mirada

perdida en los botones de su cara,

el duende de mi voz, hilillo suelto

de la madeja de mi corazón.

Y guardo

la celeste guirnalda de mis años

por si vuelve la brisa de aquel tiempo

a desnudarme toda.

Guardo

la palabra final de mi equipaje

para nombrarla cuando nada tenga,

la mano temblorosa del exilio

que dicta cartas interminables,

al teclado del día de mi día.

También guardo la vieja

costumbre de llorar en los recuerdos,

la balada del tiempo y el suspiro

como banda sonora

de esas horas

del llanto y de la risa.