a solas con chumino
Hoy estamos a solas CHUMINO y YO. Se han ido trabajar Ismael y Raúl, Alejandro no vendrá esta tarde. Es el invierno pleno en Barcelona y yo le digo que no es más que un chocho barato; más que eso: un chocho regalado en los portales de la noche, aullando de urgencias, llamando a los machos de la luna, rasguñando las puertas , atracando a cuanto hombre pase por su piel de oso y sobarse en su piel, como quien no hace nada. Libidinosa y puta, Chumino es una experta buscando donde satisfacerse a solas, ya que no encuentra en sus dominios una manita tibia y complaciente o un pie que se deje hacer.
¿ Por qué le niego la satisfacción de convertirse en roja mariposa ?.
¿ Por qué no busco un macho que le haga el gran favor ?
No me lo he preguntado aún. Pero hemos decidido con los hombres de la casa, acabar con su hora de suplicio. Raúl se siente a veces acosado , y yo siento la vergüenza ajena de mi Chumino loco. Le busca como si fuese su hombre consagrado por los destinos crueles. Llora junto a su puerta cerrada, le abraza febrilemente y se deja querer cuando recibe las migajas de cariño que le prodiga él. Con ismael la relación es parecida, Ismael le ofrece su mano en la pelambre cogotera y ella aprovecha el momento para mecerse en sus brazos de padre. Pero Alejandro es pulcro y no perdona tanta putería. No le gustan los chochos rubios de pelo ni los bigotes ralos, ni las barbas greñudas.
Y en consejo de familia y con la ayuda de algunos amigos voluntarios, compadecidos por el sufrimiento de mi chumino bello, hemos decidido que mañana mismo ¡ ya ! le resolvemos el problema para siempre. No le buscaremos un macho poderoso con pelo en pecho y bigotes de alambre. No, la llevaremos a la clínica especializada para someterla a una cirugía que la dejará con el chocho rebosante de monotonía. Engordará y nos dará besitos cada día. Se volverá mimosa y complaciente y aunque no podrá tener cachorros lindos, con esos ojos verdes de agua mansa y aquel andar de jungla exhuberante, será una niña buena buena. Será, como cuando era niña, una gatita tibia y amorosa.
Y por supuesto, una gata esterilizada, ya no podrá llamarse más Chumino . Llevará su primer nombre: Gatilicia.