REFLEXIONES ACERCA DE LA PATRIA
REFLEXIONES ACERCA DE LA PATRIA
La Patria es mucho más que una bandera ondulando los vientos, más que hitos marcando su silueta y mucho más que una marinera descalza en el destierro. La Patria es una antorcha en el costado, latiéndonos por todos los caminos y todas nostalgias que fuimos conociendo en la distancia. Una fotografía en sepia, un triste a media tarde, un cuenco de su chicha bajo el sol.
Mi Patria es el Perú: Algarrobos y Vientos de los Andes, Totoras y Ayaymamas, Arguedas y Vallejo, Túpac Amaru y la voz de Chabuca cantándole con aires de misterio y elegancia. La Patria es de todos aquellos que la amamos, nos pertenece por derecho y llanto; más aún si el exilio y la nostalgia nos convocan, como un ángelus tenue a media tarde. La Patria es de quienes lloran por dentro un huayno alucinado dispersando el recuerdo y una salva de cohetes gritando:
¡VIVA EL PERÚ CARAJO!
La Patria es de quienes la defienden, la escuchan entre todos los silencios, le lamen sus heridas. La Patria es amada por los que la redimen con acciones y palabras, escriben y denuncian sus dolores, injusticias y maltratos. Los antipatria, aquellos que divulgan una patriotería sin color, los que dicen representarla y la venden, la enlodan, la estafan, la violentan y la matan, deberían guardarse los puñales y morderse las lenguas, al menos este día.
La Patria es también una bandera, aleteando a los vientos la promesa invencible del retorno, la quimera de su resurrección, la paz entre sus hijos, el pan y la sonrisa. Una bandera que brilla en los ojos de los que la amamos desde lejos y la necesitamos para plantar estacas en cada patria que nuestra planta vaya conquistando, en cada paraíso que nuestras almas vayan descubriendo.
La Patria es un barquito de totora cruzando en cada charco los sueños y promesas de su pueblo, viajando siempre hacia el horizonte, latiéndonos con los gorriones de nuestros corazones y la esperanza dulce del regreso.
Mariana Llano. 27 de Julio de 2010.